El Lamborghini Diablo es uno de los grandes iconos de la marca de Sant’Agata y un auténtico símbolo de la historia del automóvil, que redefinió el concepto de superdeportivo gracias a su diseño, sus prestaciones sobresalientes y sus innovaciones tecnológicas.
En el año de su 35º aniversario, el Diablo sigue siendo un hito: fue el modelo más vendido de Automobili Lamborghini en su época.
Apenas una década después de su lanzamiento, en 1998, surgió un proyecto impulsado por su motor V12: el Lamborghini Pregunta, un prototipo que se mantiene como una de las interpretaciones más singulares jamás vinculadas al Diablo.
Concebido como concept car, el Lamborghini Pregunta era un atrevido biplaza descapotable que, como su propio nombre indica, se planteaba como una “pregunta” en sí misma: un desafío a los códigos de diseño de su tiempo.
Su silueta extrema no guardaba semejanzas con otros superdeportivos de la época y proyectaba un lenguaje radicalmente futurista, más cercano a un avión de combate que a un automóvil convencional.
Aunque su motor V12 provenía del Diablo, la carrocería fue desarrollada por Heuliez en su estudio de Turín bajo la dirección de Marc Deschamps. El diseñador belga no era ajeno a la historia de Lamborghini: en su etapa en Bertone había creado el Jalpa, el concept Athon y el Genesis.
La carrocería del Pregunta estaba realizada íntegramente en fibra de carbono, un material ligero y resistente común entonces en la aviación militar y que, tras consolidarse en la Fórmula 1, comenzaba a incorporarse a los superdeportivos más avanzados.
El Diablo había sido pionero en integrar inserciones de carbono en su carrocería, y el Pregunta llevó esa apuesta mucho más lejos, en un diseño con grandes tomas de aire en los laterales y en la parte superior, puertas tipo tijera, un parabrisas envolvente y una pintura gris mate directamente asociada a los cazas de combate.
Tanto el frontal como la zaga presentaban grupos ópticos poco convencionales, compuestos por pequeños elementos esféricos —ocho delante y diez detrás— que reforzaban su carácter futurista.
El interior mantenía la misma inspiración aeronáutica. Concebido como una cabina, diferenciaba claramente el espacio del conductor —un auténtico puesto de mando— del del pasajero, más orientado al confort.
Los asientos tapizados en Alcantara Azul Celeste, la iluminación ambiental mediante fibra óptica y las pantallas de cristal creaban una atmósfera futurista. Entre sus innovaciones figuraban la instrumentación digital Magneti Marelli derivada de la Fórmula 1, sistema de navegación, cámaras de visión trasera (que permitían no utilizar espejos retrovisores) o un moderno equipo de sonido.
El motor V12 montado en posición central en el Pregunta derivaba del utilizado en el Diablo SV, aunque revisado para adaptarlo a las necesidades del prototipo de tracción trasera. Unido a una caja manual de cinco velocidades, desarrollaba 530 CV y 605 Nm de par motor. L
a mayor diferencia técnica respecto al Diablo de serie fue la reubicación de los radiadores, desde los laterales hasta el frontal, con una amplia toma de aire integrada en el spoiler. Gracias a esta configuración, el Pregunta alcanzaba una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y una velocidad punta de 333 km/h, cifras que confirmaban que se trataba de un concept plenamente funcional.
El Pregunta se presentó al público en el Salón del Automóvil de París de 1998 y, meses después, en el de Ginebra de 1999. Su debut estuvo acompañado por acciones promocionales tan llamativas como un vídeo en el que “perseguía” a un caza en una base aérea.
Tras varios años fuera del foco público, el Pregunta reapareció en 2007 en Rétromobile, la prestigiosa exposición parisina dedicada al automóvil clásico. Ese mismo año pasó a manos de un coleccionista privado que lo mantuvo plenamente operativo y que no dudó en conducirlo tanto en las calles de París como en un evento en Spa-Francorchamps.
En 2014, Polo Storico, la división de Automobili Lamborghini dedicada a preservar el legado de la marca, inspeccionó el vehículo y certificó sus componentes Lamborghini. Posteriormente, fue expuesto en el Museo Lamborghini en calidad de préstamo. En 2025 ha sido subastado y ha pasado a manos de un nuevo propietario.
Aunque el Pregunta no fue un proyecto de Lamborghini, sigue siendo una creación fascinante, históricamente vinculada al Diablo a través de su motor V12. Su diseño único, con claras referencias a la aviación, capturó el espíritu de innovación y la fascinación por la tecnología avanzada que marcaron aquella época en el diseño automovilístico.
Celebración del 35º aniversario del Lamborghini Diablo
En 2025, Automobili Lamborghini celebra el 35º aniversario del Diablo, el legendario icono V12 cuyo motor también dio vida al prototipo Pregunta.
Producido en 2.903 unidades en múltiples versiones entre 1990 y 2001, se convirtió en el Lamborghini más fabricado y más vendido de su era, un récord posteriormente superado por su sucesor, el Murciélago.
Con sus puertas de apertura tipo tijera, proporciones musculosas y prestaciones excepcionales, el Diablo redefinió el concepto de superdeportivo y abrió el camino a todos los V12 posteriores de la marca.
También marcó un hito como el superdeportivo de producción más rápido de su tiempo, superando la barrera de los 325 km/h y estableciendo un récord histórico para los automóviles de carretera de aquel periodo.
Más allá de sus logros técnicos, el Diablo se transformó en un fenómeno cultural. Alcanzó fama mundial gracias a su presencia en películas, videoclips y videojuegos, convirtiéndose en uno de los pósteres icónicos de toda una generación de apasionados.
Treinta y cinco años después de su debut, el Diablo sigue siendo no solo una piedra angular en la historia de Lamborghini, sino también un símbolo de deseo atemporal.
Con su elegancia atemporal y sus prestaciones extremas, se ha convertido en una auténtica pieza de colección, exhibida con orgullo en los principales museos automovilísticos y concursos de elegancia del mundo, tendiendo un puente entre pasado y presente con el mismo espíritu que hoy continúa inspirando a la marca.