Un exclusivo Hispano Suiza H6C Nieuport-Astra Torpedo de 1924 recibió el premio Best of Show en el 74º Pebble Beach Concours d’Elegance este verano.

Esta es la tercera vez que Hispano Suiza consigue la máxima distinción en el evento de coches clásicos más prestigioso de Estados Unidos, país con el que la marca mantiene una larga relación.

El espíritu innovador y artesanal de aquel modelo perdura hoy en la gama de hipercoches eléctricos de la marca, liderada por el avanzado Carmen Sagrera: un exclusivo vehículo de 1114 CV, presentado el año pasado para conmemorar el 120.º aniversario de la compañía. La gama se completa con los modelos Carmen y Carmen Boulogne, dos hipercoches que combinan diseño, lujo y rendimiento al máximo nivel.

 

La historia de un modelo único.

El Hispano Suiza H6C Nieuport-Astra Torpedo de 1924 obtuvo el premio Best of Show en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, el evento más prestigioso del mundo del coleccionismo de coches. Este icónico modelo, encargado por el aviador y piloto de carreras André Dubonnet, encarna los valores que han distinguido a Hispano Suiza desde sus inicios: innovación técnica, ligereza revolucionaria y un diseño atemporal, elegante y único, por los que los modelos actuales de la marca siguen siendo reconocidos en todo el mundo.

Como piloto de carreras, Dubonnet buscaba un coche competitivo y duradero, pero también elegante, capaz de destacar en un entorno marcado por la feroz rivalidad de las carreras más populares de la época, como la legendaria Targa Florio, una de las pruebas de resistencia más exigentes de la época. Con este objetivo, recurrió a Hispano Suiza, que, en colaboración con el fabricante de aeronaves Nieuport-Astra, creó una versión que pasaría a la historia como el «Tulipwood Torpedo» gracias a su amplio uso de madera y la singular forma de su carrocería.

La base del modelo era un chasis Hispano-Suiza H6C equipado con un motor de ocho litros con árbol de levas en cabeza, equivalente al entonces nuevo Type Sport. En su configuración surbaissé (rebajada), incorporaba un radiador más bajo que otros H6C y un depósito de combustible más grande, diseñado para afrontar con fiabilidad los exigentes rallies de resistencia.

Sobre este chasis se montó una carrocería de inspiración aeronáutica de Nieuport-Astra, construida con finísimas tiras de caoba de tan solo 3 milímetros, ensambladas con miles de remaches de aluminio y barnizadas a mano. El resultado fue una estructura extraordinariamente ligera, de tan solo 70 kg, un logro revolucionario en una época en la que los materiales más pesados ​​eran la norma para los chasis. Gracias a esta innovación, el coche no solo destacó por su elegancia, sino que también permitió a Dubonnet competir directamente con otras marcas y obtener un meritorio sexto puesto en la Targa Florio y un quinto en la Coppa Florio.

Tras su uso en competición, Dubonnet lo adaptó para circular por carretera con parabrisas, faros y otros detalles. Poco después, decidió venderlo, y el modelo cambió de manos con frecuencia entre coleccionistas de todo el mundo. A pesar de sufrir leves daños durante la Segunda Guerra Mundial y el paso del tiempo, se ha conservado en su estado original. Por ello, no sorprende que en 2022 se subastara por un precio récord.

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